Chillida Leku
Extendido en un suelo sin imágenes,
semidormido,
presto atención a las huellas que dejan las palabras
al caer.
semidormido,
presto atención a las huellas que dejan las palabras
al caer.
Puedo escucharme.
El sol, por el corredor de árboles,
es un gesto de la mañana,
el hierro en las esculturas crece
y abraza ángeles del aire.
No hay por el momento razones para que
ingrese el mundo,
extraviado sigo aquí el vaivén de la esperanza.
El día comienza,
volvamos a San Sebastián.
Poema perteneciente a La Maquinaria del Día